La Escuela del Psicoanálisis

Como ya hemos mencionado con anterioridad el psicoanálisis es una rama de la psicología que trabaja sobre el subsconciente de la persona, como foco de los males de esta. Fue fundado por Freud el cual aportó mucho trabajo, tiempo e investigaciones, y a pesar de que sus teorías quizás hayan quedado algo pasadas, a sido la gran base de esta disciplina.

Pero Freud no fue el único que desarrolló el psicoanálisis, algunos investigadores más como Ernest Jones, Marie Bonaparte, Wilfred Bion, Melanie Clein, Jacques Lacan, uno de los más importantes, e incluso su propia hija menor Anna Freud, se dedicaron a pulir las ideas de esta disciplina, eso sí, cada uno de estos psicoanalistas se ha apartado más o menos de la teoría inicial del psicoanálisis centrándose más en otras ramificaciones de la propia disciplina. Cabe destacar además, los nombres de Carl Gustav Jung y Alfred Adler, los que, rechazando la tesis freudiana de la etiología sexual de las neurosis, se distanciaron mucho más que el resto del propio psicoanálisis para proponer teorías alternativas.

Jacques Lacan, de la escuela del psicoanálisis francesa, interesado por la filosofía acabó su carrera de medicina centrándose en la psiquiatría debido a su gran interés por la psicosis paranoica. Una de sus obras más importantes, Estadio del espejo, nombre que le da al fenómeno que se produce entre los seis y 18 meses de edad del bebé cuando este observa su imagen en un espejo o, de igual modo, en otro niño, hecho que le produce ser consciente de su cuerpo como unidad, no como partes fragmentadas; esto le permite una nueva forma de dominio de su cuerpo. Esta idea de completud o unidad, a partir de una identificación externa, da lugar al ‘Yo’. Lacan no tardó en chocar con la escuela psicoanálista de su época, explicando que se debía seguir profundizando aún más en el psicoanálisis, no estaba de acuerdo con aceptar una serie de normas y no seguir evolucionando, esto le llevó a una relectura de la obra de Freud, donde encontró numerosas referencias a la importancia del lenguaje, de aquí su famosa frase «el inconsciente está estructurado como el lenguaje». Es ahora cuando comienza a examinar el registro simbólico. Explica que desde niños asumimos los significantes del lenguaje, según lo que se nos dice aprendemos quienes somos. La relación de la persona consigo misma continúa formándose desde fuera. En 1953 añade a sus teorías la categoría de lo Real, aquello que escapa de la significación, lo que permanece fuera del orden simbólico, al contrario de lo que puede dar a entender, Lacan se refiere a lo Real, en todo caso, a lo que está excluido de la realidad.

Carl Gustav Jung, psicólogo, psiquiatra y ensayista suizo, colaboró con Freud en sus comienzos, en lo relacionado al psicoanálisis es una figura fundamental a tener en cuenta pero posteriormente fundó y se dedicó más profundamente a la psicología analítica. Jung divide la psique en tres partes principales: el Yo, que se identifica con la mente consciente; el inconsciente personal, el cual incluye cualquier cosa que no esté en la conciencia pero que no está exenta de estarlo; el inconsciente colectivo, la «herencia psíquica», conocimiento con el que todos nacemos. Dentro de este inconsciente colectivo Jung establece los denominados arquetipos, tendencias innatas de a experimentar las cosas de determinada manera. Jung trabaja también sobre tres principios: el principio de los opuestos, es decir, cuando se tiene un pensamiento en mente no se puede evitar tener al mismo tiempo en alguna parte el pensamiento opuesto, este concepto tiene que ver con la idea de que, por ejemplo, para conocer el bien he de conocer el mal; el principio de la equivalencia, en este principio la energía que procede del opuesto (en el principio anterior) se distribuye hacia ambos deseos, si somos capaces de aceptar este deseo la energía nos ayuda a que se realice, crecemos, si por el contrario nos negamos a aceptarlo se crean los llamados complejos, conjunto de pensamientos oprimidos sobre un mismo tema; el principio de la entropía, el cual establace la tendencia de que los opuestos se atraigan entre sí, esto se va dando en mayor medida a lo largo de nuetra vida, cuanto más mayores somos, menos presión ejercen estos opuestos sobre nosotros y menos energía vital consumen, a este proceso se le denomina trascendencia.
Uno de los trabajos más importantes de Jung es el desarrollo de la tipología de la personalidad introvertido-extrovertido, que actualmente se confunde con tímido y sociable y términos por el estilo, pero a lo que verdaderamente se refería Jung es a la tendencia de la persona por centrarse más en la realidad exterior o en el inconsciente colectivo, señala además que la persona introvertida suele ser más madura que la extrovertida.

Alfred Adler, también discípulo de Freud, de proceencia auntríaca, se dedicó a la medicina y a la psicología, fundó la psicología individual. La teoría de Adler se basa en la aspiración de las personas a ese ideal de perfección. El problema es que este ideal, psicológicamente hablando no tiene connotaciones positivas, sino al contrario, estamos marcados por el sentimiento de inferioridad, que se acentúa cuando nos centramos demasiado en nosotros mismos. Adler efectúa además una distinción en cuatro tipos psicológicos, que se basan en los niveles de energía que utiliza cada uno: tipo dominante, se da en las personas que tienden a ser dominantes en los demás e incluso agresivos, poseen una energía tan grande que no les importa que hacer para lograr sus propósitos; tipo erudito, es el tipo que está protegido en si mismo y no tiene demasiada energía pero que para poder solucionar sus problemas debe ayudarse de otros; evitativo, el de las personas que poseen el menor nivel de energía que evitan todo tipo de relaciones y experiencias; tipo socialmente útil, tipo de persona sana que utiliza el nivel adecuado de energía.

Todos ellos desarrollaron teorías muy importantes en el psicoanálisis y por supuesto en la psicología en general, en mi opinión cogiendo pequeñas ideas del pensamiento de cada uno podemos llegar a grandes conclusiones sobre nuestro interior y nuestro modo de funcionar tanto en sociedad como con nosotros mismos, además de aprender mucho sobre la propia manera de penar de estos grandes hombres de la psicología, que aunque no siempre se encuentran totalmente en conclusiones ciertas, sin sus reflexiones no podríamos haber llegado a desarrollar ciertas teorías actuales basadas en estas mismas.

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